El proyecto describe una planta de metanol que se ubicará en diversas áreas, incluyendo entornos naturales, zonas periféricas de ciudades, áreas urbanas y suburbanas en deterioro. Esta planta, que utiliza residuos para generar metanol, busca construir un paisaje sostenible que pueda ser replicado en otros lugares. Su impacto positivo incluye la solución de problemas urbanos, la creación de hábitats naturales y la función de amortiguador ecológico.

Se proponen entornos productivos y limpios que mejoran el paisaje e incentivan la salud ambiental, utilizando naturaleza autóctona, agua de lluvia, eficiencia energética y aprovechamiento de residuos en la construcción. Además de altos estándares de sustentabilidad, se busca una interacción de calidad con el entorno, donde el paisaje no solo sea contemplativo sino también interactivo, minimizando el impacto ambiental y visual.

La planta será un ícono paisajístico, con especial énfasis en el eje vertical, incluyendo espacios de agua, especies locales y zonas recreativas para las comunidades. La privacidad y seguridad son cruciales, mitigando el impacto mediante barreras visuales, taludes y estanques, y promoviendo la transparencia donde sea posible. Las fachadas tendrán continuidad con el manto vegetal y se usarán superficies de plásticos reciclados, creando una envolvente ligera y ecológica.

El objetivo es mejorar la salud ambiental de las comunidades cercanas, aplicando esta infraestructura-paisaje.